Dirigente responsable: Liliana Nieto
-¿Qué importancia tienen los socios?
-¿Qué importancia tienen los socios?
-Mucha,
pero no tenemos demasiados, no se si
llegamos a 80 socios estables y el resto son socios deportivos, cada persona
que hace actividad física paga una cuota
de 5 pesos mensuales.
-Algo que llama
la atención y no todo club tiene es la biblioteca. ¿Cómo se maneja?
-La
biblioteca solventa a la sociedad. Tiene aproximadamente 6500 volúmenes, con un
movimiento de alrededor 30 libros mensuales. Funciona todos los días y viene
gente de la comunidad que nada tiene que ver con el club.
-¿Cambió el rol
de la sociedad comparando la actualidad con el comienzo del club?
-Si,
antes la sociedad participaba de otra manera en las instituciones. Antes el que
era constructor ponía su trabajo para poner ladrillo
sobre ladrillo, el que sabia de electricidad también colaboraba, algo que hoy
no pasa. Todo lo que se tenga que hacer se paga, es muy difícil que la gente se
acerque al club. Hoy dejan los chicos como si fuera una guardería y se van, muy
pocos son los que se quedan a colaborar, inclusive hay gente del barrio que
nunca piso el club.
-¿Repercute la
situación del país en la llegada de la gente?
-La
diferencia es que antes la gente necesitaba reunirse, también esta el tema de
la inseguridad. La gente antes se sentaba en las sillas en plena calle a
charlar y eso ha cambiado. Ahora no se conocen con el de al lado. Por ejemplo
desde el año pasado surgió el problema de que la gente no viene a ver a los
nenes chiquitos jugar al básquet. Antes una importante fuente de ingreso de la
institución era la venta de entradas cuando los padres venían a verlos en los
partidos.
-¿Recibe el club
alguna ayuda del Estado?
-Algún
subsidio, pero tenes que gestionar muchos papeles y siempre les falta algo, un papel,
una firma y tenes que hacer todo de vuelta. No te la facilitan, todo es complicado.
-¿Esta devaluada
la importancia del club de barrio?
-Siempre
no estuvo muy categorizado, yo tengo una visión muy particular. Yo tengo 59
años y tengo los mismos en el club; hice jardín de infantes, mis primeros pasos
de inglés y toda la vida estuve acá. Hace 50 años mi padre era presidente del
club, hoy me toca a mí.
-Menos gente,
menos interés por el club en general, poca ayuda del Estado ¿Se hace cada vez
mas difícil llevar todo adelante no?
-Sin dudas, hoy son
mas los sin sabores que el disfrute. La responsabilidad es muy grande, estas
todo el día tembloroso de que ningún
chico tenga un problema, o de que a nadie se le ocurra hacerte un juicio porque
vos
respondes además de por el club con tus bienes personales. Antes a nadie se le
iba a ocurrir hacerte un juicio, hoy hay clubes fundidos por este tipo de
casos, inclusive que se le han hecho por gente que trabajaba en el mismo.
-¿Hay algún
proyecto a futuro que nos puedas comentar?
-Como
proyectos hay muchos, el tema es como realizarlos. El proyecto mas grande es el
de crecer ediliciamente, nos piden
muchos
espacios para poder hacer otras actividades y no lo tonemos. Por ejemplo en
el
2012 ya no vamos a poder jugar más en nuestra cancha de básquet porque las
medidas reglamentarias que van a estar a partir de esa fecha equiparadas con
las de la NBA nosotros no lo podemos hacer porque no nos da las medidas del
terreno. Comprar es imposible, pero tenemos como proyecto buscar algún terreno
o alquilar una cancha para seguir en competencia.
-En lo personal
debe ser un orgullo ver que la familia sigue ligada al club, al igual que tu
padre.
-Es que nosotros estamos toda la familia ligada al club. Por ejemplo el marido de mi hermana que fue jugador de básquet de los equipos campeones sacaba copa por copa de la vitrina y las lustraba una por una. Yo lo tomo, independientemente de querer al club como si fuera mío, como una manera de devolverle a la sociedad lo que la sociedad me dio a mí, desde el colegio estatal a la misma universidad. Todo es a pulmón, todos tenemos un gran sentimiento por el club y lo que hacemos es porque lo queremos mucho.
-Es que nosotros estamos toda la familia ligada al club. Por ejemplo el marido de mi hermana que fue jugador de básquet de los equipos campeones sacaba copa por copa de la vitrina y las lustraba una por una. Yo lo tomo, independientemente de querer al club como si fuera mío, como una manera de devolverle a la sociedad lo que la sociedad me dio a mí, desde el colegio estatal a la misma universidad. Todo es a pulmón, todos tenemos un gran sentimiento por el club y lo que hacemos es porque lo queremos mucho.

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